Que tu amor no me falte, aunque todos me dejen...
Que me abrigues cuando el frío torturante de la soledad intente azotarme, que tu mirada me aliente cuando he perdido la esperanza, que tu paz me inunde cuando en mi desespero no encuentro respuestas, que me abraces, que me cuides cuando siento que mi alma desfallece.
Gracias por mirarme más allá de mis errores, la gente nos acusa, nos juzga pero tú jamás nos dejarás...
Porque aunque fallo, tú no me dejas de amar porque cometa errores, solo me ayudas a crecer...
Cuando todos se van, es donde empezamos a entender que confiar en ti, es lo único que poseemos.
Cuando hemos dado todo de nosotros, para otros y nos fallan, es allí donde irrumpes para decirnos: Hijo mío, no te lamentes yo estoy contigo, y aunque no te valoren, tú siempre serás mi hijo amado, siempre serás especial y único para mí.
Todos hemos pasado por momentos en donde creímos tenerlo todo, confiamos, dimos de nosotros, dimos la milla extra, pero cuando llego nuestra adversidad, un silencio sepulcral, es nuestro único compañero.
Esto solo me hace pensar que Dios es suficiente, que podemos rodearnos de gente, pero jamás podrán ofrecernos lo que nuestro Padre amoroso y tierno nos da.
Tú que lees esto, quiero que entiendas que en esta vida, siempre vendrán esos momentos, donde dimos nuestra amistad, dimos lo mejor de nosotros y pues solo nos han pagado con la moneda de la indiferencia.
Entiende que Dios está ahí, entiende que por más difícil que parezca todo, puedes mirar a tu lado y podrás ver al caballero de la cruz con sus brazos extendidos.
Hoy tampoco yo lo comprendo, pero sé que un plan Dios tiene con todo, no sientas que eres poca cosa, no pienses que eres una mala persona, el hecho de que la gente no te valore no significa que Dios será igual.
La gente falla, pero Dios... Jamás lo hará.
Saben no soy perfecta, pero en lo que respecta a mis sentimientos, procuraré que en mí siempre halla amor desinteresado, que pueda dar lo mejor de mí, que pueda ser fiel, que pueda amar sin condiciones, ni pretextos....
Solo procuremos ser mejores personas, en el camino pasaran muchos por nuestra vida, unos vienen otros van... Por eso solo nos basta Dios...
Sí exhorto a que no los hieran, no abusen de ellos, si ya no deseas su amistad no seas indiferente, solo habla con la verdad y con justicia, admite tus errores... Y pide perdón por ellos.
Pero siempre recuerda: trata a los demás cómo quisieras ser tratado, antes de tomar decisiones ponte en el lugar de la otra persona... Habla con la verdad, y no prometas nada que no podrás cumplir.
Hoy muchos somos los que tenemos en nuestra boca un “porque... “
Pero sé que el día de mañana Dios nos demostrará para qué...
Dios los bendiga a todos...