El ser humano al andar por la vida, en su enfrentamiento con los hechos cotidianos y con los que se presentan de manera imprevista, se crean convicciones, principios, y en ellos se envuelve para sobrevivir, para continuar el sendero, con altas y bajas; porque nadie está desligado de los contratiempos. Una manera de explicar es lo que dejamos oculto en nuestro interior y sólo cuando consideramos que vamos a ser comprendidos le damos luz con las palabras.
En la vida: hay tres jueces y justicias,
-La de nuestro Dios
-la de nuestra conciencia
-la del hombre que puede ser cambiada por intereses materiales.
El intercambiar favores, no es de la amistad, es tal vez una acción de convivencia.
En el silencio hay muchas verdades ocultas siempre. Aprender a callar, no es nunca creerse inferior, todo lo contrario, aprendes a pensar. No existe mayor escuela que la vida; pero guíate por lo positivo, lo negativo ignóralo. La burla tiene su camino; pero siempre encuentra una roca con la que tropieza.
Siempre existe el camino que nos conduce a la verdad. La crueldad puede detestar; pero es más detestable quien la emplea. Se puede mentir, engañar, traicionar ¿Quién lo duda?; pero tarde o temprano se descubre por una simple acción. Hay quienes predican una creencia y en la práctica hacen lo contrario. La defensa de protegerse es derecho de todos, pero no culpemos a otros por nuestros errores.
Muchos son los que tratan de adormecer nuestra conciencia y lavarse las manos con una sinceridad incierta. Los ojos expresan la verdad, cómo serán aquellos que al hablar no levantan sus ojos de la tierra, cuando se tiene la verdad se mira de frente sea cual sea esa verdad ¿Quién ha sufrido por otro? A menudo nos encontramos con el yo hice… ¿y quién exclama: yo di a cambio de nada?
El dar tu identidad y sentir nunca lo despeches ni apartes y dilo para tener libre tu conciencia; pobres y cobardes son los que callan o fingen.
La noche tiende su manto a mentes que se creen superiores y llegado el momento simplemente se pueden considerar necios. Nunca encierres tu vida, comparte con tu conciencia.
Siempre ante una derrota hagamos el intento de levantarnos aunque nos cueste algún trabajo, no podemos vernos derrotados, vale más nuestro espíritu y conciencia que todo mal deseado. Que nadie prive tu derecho, alimenta tu espíritu actuando por causas justas y eso nos hace más fuertes.
Ríe con el amor cuando lo sientas, cuando es correspondido. Cuando ocurra lo contrario, trata de ignorar el dolor aunque lleves por dentro una lágrima. Muchos pueden cultivar los males y practicarlos a su manera y forma; pero tarde o temprano lo que han hecho lo sentirán en carne propia, esa es una ley de la vida que siempre se cumple.
Entrega con el mismo gesto y mirada lo que te es entregado, y no sientas remordimiento alguno, todos somos seres humanos: pero el actuar de cada uno y sentir es diferente, a veces debemos colocarnos el mismo disfraz. Muchos ignoran que se descubren más con la mirada que con las palabras.
El que siente amor; pero es infiel se consume en los adentros de su alma.
Podrás grabar miles de cosas en tus adentros, pero encuentra las razones, las explicaciones para hacerlo, si es para tu bien. Cuando sea para mal olvídalas, de raíz. Hay llantos infinitos que no brotan a los ojos porque esa acción se hace por dentro, no es un acto cobarde es lo contrario. Es entenderte, a veces se hace necesario que crean que no comprendemos ciertas cosas.
Anhelemos como todos y pongámonos elegantes ante la vida, no con trajes de ocasión sino con el traje más elegante que es nuestra conciencia.
Decir y sentir amor, amistad, es lógico; pero la forma de comprenderlos es en el actuar diario, a quien lo decimos y quien no los dice. Lo más sensato es decir la verdad sin reservas, aunque no siempre se tiene el valor de decirlas cara a cara.
Pocos son los que hacen el análisis de su yo, la mayoría no lo hace y se otorga el derecho de emitir criterios de los demás
La idea de hacer siempre algo útil nos demuestra que sentimos la vida
La crítica debe verse de qué lado viene e interpretarla sin dar explicaciones, hay quienes por la observación de una simple palabra se creen superiores y sólo pueden considerase pobres de espíritu.
El escribir es un arte; pero también un arma por eso hay que ver el sentido de las palabras…
¿Sabes recibir amor?
Desde el punto de vista de quien lo recibe, el amor gana significados diferentes de quien lo da. ¡Y es tan raro el empate entre dar y recibir!... Hay personas absolutamente incapaces de recibir el amor. Hay otras que filtran el amor recibido, según su modo de ser, reduciendo o ampliando el afecto que recibe a través de sus lentes (existenciales) de aumento o disminución.
¿Quién puede decir con seguridad que sabe evaluar el amor recibido?
Hay otras, todavía, que sólo consiguen amar cuando reciben amor, no admiten darlo sin recibirlo. Hay, también, la persona que no dará (amor) jamás, pues sólo sabe recibirlo. Y hay aquella otra que quiere y necesita recibirlo, pero no sabe qué hacer cuando (y cuanto) lo recibe; transformándose, en una carencia viva a seguir por la vida, despertando en todos (por insospechadas habilidades) el deseo de algo darle.
Recibir amor es como saber gastar. ¿Has percibido que hay personas que no saben gastar? Muchas saben ganar mucho dinero: pero después no saben gastarlo. Recibir amor es como saber gastar (gastar el amor de quien está dándolo). Es necesario hacer que el amor produzca frutos, en quien lo recibe.
Hay quien sabe invertirlo (o sea, sabe recibirlo). Hay quien no sabe y gasta el amor recibido, todo a la vez, sin cualquier noción de cuanto le costó a quien lo dio.
El problema de recibir el amor es fundamental, porque él determinará la secuencia o no de la donación.
Dedicatoria:
a todos los que son capaces de ver más allá de mirada
a todos los que saben, pueden sentir y dar amor
Armando Arzalluz Carratalá
Poeta dos islas