📖 “El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes...” — 2 Pedro 3:9
A veces, sentimos que oramos y no pasa nada. Miramos al cielo esperando una señal, un milagro, una respuesta inmediata… pero el silencio parece eterno.
Sin embargo, Dios no se mueve por prisa, sino por propósito. Él no se retrasa; llega justo cuando debe llegar. Su tiempo es perfecto, aunque muchas veces no lo entendamos.
En ese “mientras tanto”, Él está obrando en tu corazón. Está formando tu fe, tu carácter y preparándote para recibir lo que Él ya tiene listo para ti.
No te desesperes. No abandones. No dejes de orar.
Aún si hoy no ves el milagro, cree que viene en camino.
🙌 Confía. Espera. Y mientras lo haces, adora.
Dios nunca llega tarde.